Muchas personas creen que llevan una vida respetuosa con la naturaleza y el medio ambiente, pero a menudo sus hábitos de vida y consumo les traicionan. Muchos hábitos aparentemente insignificantes son en realidad malos para el planeta y causan contaminación. Pero, afortunadamente, es posible cambiarlos por buenos hábitos, limitando así la contaminación y evitando la destrucción del planeta.
Mantenga su jardín o espacio verde libre de productos químicos
Para mantener su jardín y espacio verde de la forma más ecológica posible, reduzca el uso de herbicidas y pesticidas. Estos productos químicos matan a las mariposas, polillas y otros insectos polinizadores, como mariquitas, escarabajos y arañas: los enemigos naturales de las plagas del jardín.
Por ejemplo, más de tres cuartas partes de las mariposas del mundo han disminuido en los últimos 40 años, y las investigaciones demuestran que los pesticidas neonicotinoides son una de las principales causas de este dramático descenso.
En la misma línea, considere la posibilidad de registrar la vida silvestre cerca de usted visitando las organizaciones encargadas de este proyecto. Esto se debe a que el registro de la vida silvestre en el lugar donde vives proporciona información vital que ayuda a los conservacionistas a proteger el medio ambiente. Esta información es utilizada por el gobierno para revelar la salud ambiental a nivel nacional e incluso internacional.
Acostúmbrese a reciclar objetos
Reducir la cantidad de artículos que utiliza a diario también ayuda a preservar el planeta. Lo mejor es evitar el despilfarro en primer lugar, así que piense mejor sus compras.
La reutilización de diferentes artículos ahorra recursos naturales y la energía necesaria para fabricar otros nuevos, a la vez que ahorra dinero.
Por ejemplo, ponga una botella o frasco reutilizable en su bolso la próxima vez que tenga que viajar fuera de casa. Hágalo un hábito y reduce por completo sus compras semanales de botellas, evitando que muchos residuos acaben en los vertederos y en los océanos.
Se evitaría la entrada de más de 2.600 botellas de plástico al año en nuestro medio ambiente si sólo 50 personas utilizaran envases reutilizables en lugar de comprar una botella cada vez. Pequeños cambios como éste pueden suponer una gran diferencia para el planeta y el medio ambiente.
Compre local, compre ecológica
De vez en cuando, compre alimentos orgánicos frescos. Además, es una forma estupenda de apoyar a los agricultores locales, reducir la huella de carbono y apoyar a la naturaleza. Así que busque una tienda de productos ecológicos cerca de usted para hacer su compra diaria.
Además, considere la posibilidad de reducir su consumo de carne y pescado. Aunque estos alimentos son esenciales para nuestro organismo, su consumo no es del todo bueno para nuestro entorno. Según algunos estudios, la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de nuestro planeta proceden de la agricultura industrial. Por ejemplo, el 80% de la superficie agrícola mundial se destina a la producción ganadera. Si esta tierra se utilizara para cultivar frutas y verduras, sería posible alimentar a unos 5.000 millones de personas más en el mundo. Por ello, la industria cárnica se considera una de las fuentes de destrucción del planeta, ya que tiene un impacto negativo en el uso de la tierra.
La sobrepesca tampoco ayuda al medio ambiente. También tiene un impacto negativo en la biodiversidad de los ecosistemas marinos.
Reduzca su huella de carbono
Incluso el más mínimo esfuerzo por reducir su huella de carbono puede suponer una diferencia para todo el planeta. Para los desplazamientos cortos, ¿por qué no dejar el coche y caminar o ir en bicicleta? ¿Por qué no compartir el coche con un compañero para ir al trabajo o utilizar el transporte público? Cuando vaya de compras, ¿por qué no aprovecha para caminar un poco?
Si es posible, comparta su amor por el mundo natural y la preservación del planeta con quienes le rodean. Anime a sus familiares y amigos a utilizar el coche lo menos posible y así reducir la contaminación causada por los gases de escape. Los gases de escape no sólo son la causa de varias enfermedades respiratorias, sino que también contribuyen al calentamiento global.
Sin embargo, la mejor manera de proteger el planeta y el medio ambiente es animar a los demás a ver el valor y la belleza de la naturaleza y su fauna. Esta es quizás la forma más importante de ayudar a salvarlo.